Hola querida,
Te escribo hoy desde el corazón, no como una coach o una mentora, sino como una mujer que ha recorrido el mismo camino que tú estás atravesando ahora. Hace unos años, yo también era una empleada formal con un trabajo estable y un futuro aparentemente seguro. Sin embargo, algo dentro de mí me inquietaba. Sentía que mi alma anhelaba algo más, una vida donde pudiera dar rienda suelta a mi creatividad, pasión, propósito y vivir en libertad.
No fue una decisión fácil renunciar a mi trabajo, llevaba más de 10 años en la empresa donde estaba. Pero durante años, las señales me indicaban que debía dar el salto; sin embargo, el miedo, la incertidumbre y la posibilidad de que faltara el sustento diario me paralizaban. Aun así, esa voz interior y la guía de mis ángeles me decían que no podía seguir ignorando el llamado de mi corazón, que no podía seguir en un lugar que se sentía tremendamente incómodo y que aunque no supiera a donde me dirigía, siempre estaría sostenida… Y así ha sido.
Si pudiera hablar con la Shesy de hace 7 años, le diría: “Cree en ti misma, Shesy. Tienes el potencial para lograr cosas increíbles. No tengas miedo de desaprender para aprender. El camino del emprendimiento es un constante aprendizaje, y te permitirá descubrir habilidades que ni siquiera imaginabas que tenías.”
Mi marca me abrió las puertas a un mundo de posibilidades. Aprendí a manejar herramientas que antes desconocía, a hablar en cámara con fluidez, a crear sistemas propios para optimizar procesos y, lo más importante, a empoderarme para enseñar a otras lo que ya sabía.
Pero he tenido desafíos, sin duda. Durante mucho tiempo cometí el error de querer hacer lo mismo de siempre sin invertir en mi crecimiento personal y profesional. Esa fue la receta perfecta para el estancamiento y la crisis personal que viví dos años atrás. Pero gracias a Dios y mis ángeles, comprendí que el éxito no solo se mide en cifras de redes sociales, sino en la satisfacción de hacer lo que realmente te apasiona y aportar valor al mundo.
Hoy, miro hacia atrás y me siento profundamente agradecida por el camino que he recorrido. No solo se ha transformado mi negocio, sino también mi vida personal. El emprendimiento me brindó la confianza y las herramientas que necesitaba para convertirme en la mujer y la emprendedora que soy hoy, para poder visualizar con claridad hacia donde quiero llevar mi negocio, a siempre soñar.
Si tú también estás anhelando un cambio, si sientes que tu alma emprendedora te llama, te invito a descubrir el poder transformador de Alquimia de Marca, un programa que he creado pensando en esas mujeres que no saben como iniciar su propia marca o que tal vez se sienten estancadas y sin rumbo con su negocio. Este programa no solo te dará las herramientas para crear un negocio próspero, sino que también te ayudará a conectar con tu esencia y descubrir todo tu potencial.
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No tengas miedo de dar el salto. Alquimia de Marca te acompañará en cada paso del camino hacia tu libertad y realización personal. 💛
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